Consejos de seguridad para cuando tu hijo todavía no sabe nadar bien

Refrescarse cuando hace calor

Ya se viene el verano y eso significa que los peques buscan cualquier forma de refrescarse cuando hace calor. Para muchas familias, eso es ir al mar o a la piscina. Nadar es la mejor manera de combatir el calor en los días de verano. Pero, ¿qué hacer si tus hijos todavía no nadan muy bien? Aquí tienes algunos consejos para que todo sea más fácil:

Quédate siempre cerca de tu hijo

Nunca dejes solo a un niño que no sabe nadar bien o le tiene miedo al agua. Aunque lleve brazaletes para nadar, no lo pierdas de vista en la piscina. Si tu hijo está muy nervioso, métete al agua con él. Jueguen juntos y deja que se adapte al agua a su ritmo.

Ve a nadar seguido

Para que tu hijo se sienta cómodo en el agua y con los movimientos de natación, es importante ir a nadar juntos con frecuencia. ¡Haz que sea un plan divertido! Así tu peque se irá acostumbrando a nadar de forma más rápida y natural. No lo obligues si tiene miedo o no está seguro, la confianza en el agua se gana poco a poco, incluso jugando.

Swim Essentials es una marca holandesa, y aquí todos los niños reciben clases de natación en la primaria. Pero eso no pasa en todos los países, así que si tienes la oportunidad de que tu hijo tome clases de natación, de verdad vale la pena apuntarlo.

Usa ayudas para nadar

Hay un montón de ayudas para que los niños cojan confianza en el agua y aprendan a nadar. Por ejemplo, los flotadores para bebés para los más peques, y los brazaletes para nadar también son perfectos. Los brazaletes vienen en diferentes tallas según la edad y ayudan a que tu peque flote y se mueva libremente en el agua. Para los niños más grandes que todavía no nadan muy bien, los chalecos de natación o los Puddle Jumpers les dan flotabilidad extra.

Estate atento, sobre todo en aguas abiertas

Si vas a nadar en aguas abiertas, pon reglas claras con tu hijo y no le quites el ojo de encima. Nunca dejes que tu hijo se meta más hondo que hasta la cintura sin supervisión. Ten cuidado al saltar, porque muchas veces no se ve el fondo y tu peque puede acabar en una zona más profunda.